domingo, 2 de noviembre de 2008

Morales suspende actividad de la DEA en Bolivia tras acusarla de conspiración

Chimoré (Cochabamba), 01 nov (ABI).- El presidente Evo Morales acusó este sábado a la agencia antidroga de los Estados Unidos DEA (Drug Enforecement Agency) de apoyar económicamente el golpe cívico prefectural fallido contra su Gobierno y ordenó la suspensión indefinida de sus actividades en Bolivia.

Morales hizo el anuncio durante el acto de cumplimiento de la meta anual de erradicación, que llegó a 5.021 hectáreas de cultivo de hoja de coca, en el municipio de Chimoré, distante a 170 kilómetros de Cochabamba, al que asistieron jefes militares, dignatarios de Estado y diplomáticos de distintos países.

"Es una decisión personal, a partir de hoy se suspende de manera indefinida cualquier actividad de
la DEA norteamericana (en Bolivia). Tenemos la obligación de defender la dignidad y la soberanía del pueblo boliviano", sentenció Morales, quien en octubre pasado desautorizó el vuelo de aviones de la agencia antidroga.

De acuerdo a Morales en los últimos meses
la DEA realizó actividades fuera de sus competencias, asumiendo una participación política en Bolivia, que significó una conspiración contra el Gobierno nacional.

Incluso, según Morales, existieron agentes de la DEA que realizaron espionaje político y financiaron a grupos delincuenciales para que atenten contra la vida de las autoridades de Gobierno, incluso contra la suya.

Dentro de ello, indicó que la oficina antinarcóticos financió la toma de los aeropuertos en los departamentos de Santa Cruz, Pando, Beni y Tarija, regiones desde donde en los meses de agosto y septiembre pasado se impulsó un golpe de Estado cívico- prefectural, denunciado ante la comunidad internacional por el Gobierno boliviano.


En estas acciones estaría involucrado el agente regional de la DEA en Santa Cruz y agregado diplomático, Steven Faucette, quien realizó viajes a la ciudad Trinidad y Riberalta, para entregar recursos económicos a los cívicos "comprometidos con el golpe de Estado civil", según el presidente Morales.

Reveló además que a través de siete "casas de seguridad" la oficina antidroga montó instancias para ejercer un control político, y realizar acciones de espionaje con intervención a los telefónicos, que incluso era conocido por miembros de la policía boliviana.


A esto, agregó que la avioneta de la DEA Súper Kin con matricula N-558 KA americano realizó varios vuelos a las regiones del oriente del país sin ningún control, ni dar informes sobre lo que transportaron a esos lugares, lo que consideró (el presidente Morales) una violación a la soberanía boliviana.

Las acusaciones del Mandatario boliviano surgen en medio de la peor crisis diplomática desatada en las relaciones entre La Paz y Washington, luego de que en septiembre Morales expulsara al embajador Philip Goldberg, acusándolo de apoyar los planes conspirativos de prefectos autonómicos de Santa Cruz, Pando, Beni y Tarija.

Washington respondió expulsando al embajador boliviano ante la Casa Blanca, Gustavo Guzmán.

Morales insistió hoy en que está dispuesto a mejorar las relaciones diplomáticas con todo el mundo y con el nuevo Gobierno de los Estados Unidos, tomando en cuenta que el próximo martes 4 de noviembre, el pueblo estadounidense elegirá a su nuevo presidente.


"Ojalá en Estados Unidos, con el nuevo Gobierno, haya cambio, (estamos) dispuestos a entablar el diálogo", apuntó.

Iberoamérica ante el reto de una nueva arquitectura financiera


Carmen Esquivel Sarría

San Salvador, (PL).- La necesidad de adoptar medidas urgentes para superar la actual crisis financiera afloró en la XVIII Cumbre Iberoamericana, donde las propuestas oscilaron desde reformar los organismos multilaterales hasta renunciar al sistema capitalista.


La magna cita, celebrada entre el 29 y el 31 de octubre, tuvo como lema "La juventud y el desarrollo", pero éste se vio superado por la difícil coyuntura económica internacional.


¿Por qué si el tema es la juventud estamos hablando de crisis?, se preguntó la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, y añadió "porque las proyecciones indican que muchos países entrarán en recesión y nosotros sabemos lo que eso significa".


Advirtió Bachelet que los primeros en sufrir las consecuencias serían los jóvenes por el incremento de la cesantía, el hambre y la deuda y la reducción del gasto social.


Desde la propia ceremonia de inauguración hasta las plenarias, las reuniones privadas y la clausura del evento, la mayoría de los oradores hicieron referencia a la situación creada por la especulación y la falta de regulación en los mercados.


Si bien es cierto que la responsabilidad de la debacle económica está en el mundo desarrollado, sus consecuencias se sentirán en todo el planeta, particularmente en las sociedades más pobres.


Estamos ante la situación más complicada desde la quiebra de Wall Street en 1929, pero la diferencia radica en que hoy en este mundo globalizado los países son más dependientes unos de otros.


"Vale la pena recordar que la crisis actual se gestó en un proceso de desregulación acelerada, es decir, un falso planteo de que los sistemas financieros pueden funcionar por sí solos", dijo el presidente de México, Felipe Calderón.


Aunque con distintos matices políticos la mayoría de los oradores abogaron por el reforzamiento del papel del estado, contrario a la teoría neoliberal, a la que culparon por la actual situación.


El mito de la necesidad de alejar al estado del control de la economía llevó a una perversión, aseguró el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.


Mientras, el primer mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, recordó que aquellos que en los años 80 y 90 decían que el Estado no podía ser fuerte y gastaba demasiado, son los que ahora buscan su auxilio.


Las estrategias para resolver el problema variaron desde posiciones como reformar el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, hasta avanzar hacia una nueva arquitectura o cambiar el sistema.


"El mundo asiste al fracaso del modelo neoliberal", dijo la presidenta argentina, Cristina Fernández, mientras su homólogo de Nicaragua, Daniel Ortega, consideró que el capitalismo falló desde sus orígenes y propuso fortalecer la integración.


El primer mandatario boliviano, Evo Morales, fue mucho más allá y planteó, incluso, cambiar el modelo en lugar de enmendar uno que no ha funcionado.


"Algunos creen que hay que salvar el capitalismo, pero ese sistema jamás va a resolver los problemas de la humanidad. El capitalismo nos trae crisis financiera, energética y alimentaria", advirtió Morales.


Una propuesta concreta la hizo el presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien planteó una nueva arquitectura financiera para dar a los países del sur plena autonomía.


La iniciativa, que fue distribuida a todos los participantes en la Cumbre, está basada en tres pilares: la creación de un banco de desarrollo para el Sur, un fondo de reservas y un sistema financiero común que pueda empezar con una divisa electrónica.


"¿Qué sentido tiene utilizar una moneda extrarregional para hacer nuestras transacciones? Debemos eliminar el dólar como moneda regional", dijo Correa.


Si nuestras naciones tuviesen ya esa nueva estructura, serían más independientes y estarían mejor preparadas para enfrentar esta compleja coyuntura mundial.