viernes, 12 de diciembre de 2008

Será nuestro el petróleo


Brasil
Frei Betto

Los movimientos sociales y sindicales presionan para que se cancele la licitación, prevista para el 18 de diciembre en Rio de Janeiro, de las áreas de exploración y producción de petróleo y gas natural en Brasil.

El modelo de exploración vigente es una de las herencias neoliberales que aún persisten en la administración federal. En 1997 el Congreso Nacional aprobó la Ley 9.478, a iniciativa del gobierno de Cardoso, que rompió el monopolio estatal de la exploración y producción de petróleo, abrió el capital de Petrobras (la privatizó parcialmente, al vender el 30% de sus acciones en la bolsa de Nueva York) y permitió la entrada de las transnacionales para explorar petróleo y gas en Brasil.

Desde entonces el gobierno federal ya subastó 711 bloques petrolíferos en áreas terrestres y marítimas, de un total de 3.383 áreas sacadas a licitación. Hay 72 grupos económicos privados actuando en el país en actividades de exploración y producción de petróleo y gas, la mitad de los cuales son transnacionales, como Shell (angloholandesa) y Repsol (española).

Creada durante el gobierno de Cardoso, la Agencia Nacional del Petróleo (ANP) es responsable de realizar las licitaciones, incluso en zonas con probables reservas. Por ello el petróleo y el gas del pre-sal(*) no son íntegramente del pueblo brasileño. Casi un 25 % de las reservas confirmadas en el pre-sal, subastadas a precios irrisorios, ya son propiedad de empresas privadas, incluso extranjeras.

Según estimaciones de la ANP, las reservas en la zona del pre-sal representan, por lo menos, 50 mil millones de barriles de petróleo y gas; podrían llegar a los 80 mil millones. Las reservas conocidas actualmente en Brasil suman cerca de 14 mil millones de barriles de petróleo y gas. Hoy la producción mundial de petróleo es de 85 millones de barriles al día.

El descubrimiento de petróleo en la zona de pre-sal puede colocar al Brasil como poseedor de la tercera mayor reserva del mundo, solamente por detrás de Arabia Saudita y Canadá. Y, sumadas las reservas de Venezuela, Ecuador y Bolivia, fortalecen la posición sudamericana en relación a las potencias económicas del hemisferio norte.

Seis países controlan más del 80 % de la oferta mundial de gas y petróleo: Arabia Saudita, Irán, Kuwait, Rusia, Venezuela e Iraq. A excepción de Arabia Saudita y Kuwait, todos tienen problemas políticos con los Estados Unidos, lo que tensiona permanentemente la oferta.

El petróleo y el gas natural constituyen más del 50 % de la matriz energética global. Sin embargo, las reservas mundiales comienzan a presentar síntomas de agotamiento. Los cambios estructurales en la matriz energética tardan más de 20 años para que se den, lo cual prolonga la dependencia de la humanidad de este importante recurso natural.

En la guerra por el petróleo en el mundo se da un auténtico “valetodo”. Las empresas transnacionales manipulan los medios de comunicación, corrompen gobiernos y utilizan fuerzas militares (como en la invasión de Iraq y en la reactivación de la IV Flota del comando naval de los Estados Unidos en América Latina) para mantener bajo su control las fuentes de energía.

Los descubrimientos de petróleo y gas natural en la zona pre-sal plantean un gran desafío: decidir cómo, para qué y a qué ritmo explorar y producir las inmensas reservas petrolíferas que pueden transformar profundamente la economía y el rumbo del desarrollo nacional.

El presidente Lula ha defendido que esa riqueza sea invertida en educación y ayude a nuestro pueblo a librarse de la pobreza. Es necesario que se debata y se apruebe una nueva ley del petróleo para superar el “marco regulatorio” de la época de Cardoso y se establezca un nuevo pacto federativo a partir del justo reparto de los impuestos y royalties ocasionados por la actividad petrolífera entre municipios y estados (ahora el 62 % de los recursos del país procedentes del petróleo son apropiados por apenas nueve municipios de Rio de Janeiro).

Para garantizar que las riquezas del pre-sal beneficien al pueblo brasileño, y no sólo terminen en lucros apropiados por empresas privadas, nacionales o extranjeras, se están recogiendo firmas para presentar al Congreso Nacional un proyecto de Ley de Iniciativa Popular que consolide el monopolio estatal del petróleo, el fin de las concesiones para exploración de las reservas, el destino social de esas riquezas y el fortalecimiento de Petrobras en tanto que empresa eminentemente pública.

Para que se convierta en un proyecto de ley se necesitan 1,300.000 firmas, según lo prevé la Constitución. Por lo cual es fundamental la participación de toda la población. Modelos para firmar y más informaciones pueden obtenerlas por Internet en: www.presal.org.br. (Traducción de J.L.Burguet)

(*) Pré-sal: gigantesca reserva de petróleo y gas en el litoral, en los estados de Santa Catarina y Espíritu Santo, situada debajo de una enorme plancha de sal de unos dos mil metros de espesor, por tanto situada a unos 5-7 mil metros de profundidad, difícil de extraer.

- Frei Betto es escritor, autor de “Calendario del Poder”, entre otros libros.

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